La artesanía y la tradición son dos palabras que cobran especial sentido cuando hablamos de Piel de Mar. Todos nuestros productos están hechos a mano con calma, sin prisa y mimando cada uno de los acabados. Además, prestamos especial atención a la elección de materiales, tanto las fibras vegetales como las pieles, todas curtidas en España en tenerías que no usan cromo. Baja drásticamente el impacto en el medio ambiente con respecto a la piel curtida en cromo y también dura más tiempo.
Nuestro taller está compuesto únicamente por un equipo de mujeres artesanas y todas opinamos durante el proceso de diseño: nunca creamos un bolso que no fuésemos a ponernos, valoramos tanto el diseño como la funcionalidad del producto, así como la durabilidad a lo largo del tiempo. Para nosotras es muy importante la tradición, la herencia, es por eso por lo que la producción se queda en casa, donde todo empezó: nuestro pequeño taller de Gata de Gorgos. Aunque el taller abrió en los años 50, la marca como tal no nació hasta 2013. Todos estos años de experiencia han hecho que aprendamos un oficio y que dispongamos de las herramientas necesarias para crear todo aquello que nos gusta. Un oficio que hemos continuado en familia, uniendo la tradición con las tendencias actuales para crear piezas únicas.