PUNTO Y GANCHILLO
Me dedico a crear y elaborar jerséis, chaquetas, mantones, gorros… Los tejo y destejo con agujas de punto y ganchillo, sin la intervención de máquinas, y utilizo hilos de fibras naturales como lana merina, alpaca, yak, camello, seda, mohair, lino, algodón o cáñamo. Uno de mis placeres es dedicar tiempo a la selección de la materia prima y los colores. Las horas se me van buscando la combinación perfecta que me permita recrear la prenda que tengo en mente.
Todo comenzó en una cuenca minera de las montañas de León donde los inviernos eran largos, fríos, duros. Mi madre, Úrsula, me inició en las técnicas del tejido cuando yo aún no tenía edad para ir a la escuela y consiguió que el rigor de los meses de invierno se convirtiera en un tiempo cálido y en un recuerdo hermoso que me acompañará para siempre. Aprendí a tejer casi sin darme cuenta mientras observábamos cómo pasaban las vagonetas cargadas de carbón chorreando agua. El sonido profundo que provocaba su peso al deslizarse por las vías sigue siendo el alma de cada prenda que tejo.
Con mi trabajo artesano aspiro a continuar las formas de vida propias de nuestros antepasados y al elegir materias primas sostenibles contribuyo a garantizar la supervivencia de oficios como el de pastor, hilandera, tintorera…y los espacios naturales que de ellos dependen.